¿Asistimos a la muerte de los insulsos Foros Económicos de Davos y su misántropo globalismo financierista –que colisiona con la anhelada universalidad–, mientras regresamos al modelo del orden de Westfalia de 1648, donde se asientan las soberanías y sus nacionalismos?
La reunión de ministros de exteriores del Grupo G20 exhibe hoy en su inicio una creciente incertidumbre por la diplomacia estadounidense y su influencia en temas económicos fundamentales.
TIEMPOS DE CAMBIO Y DESORDEN
El mundo se encuentra en una fase de cambio y gran desorden. El modelo del capitalismo neoliberal y la receta del hegemonismo en relaciones internacionales no funcionan desde hace tiempo, pero su inercia sigue siendo fuerte y nos lleva contra las rocas.
El omnipotente establishment,la coalición derrotada de las dos dinastías de los Bush y los Clinton, más Obama y George Soros, operador de la CIA, quien tiene controlado al Partido Demócrata (https://goo.gl/dYq9e0) empieza a domesticar a Trump, quien en sólo 24 días en el poder ya sufrió dos brutales golpes internos que han minado su agitada temeridad: la cruel prohibición de viajes provenientes de siete países islámicos (donde destaca Irán) y el drama que obligó a renunciar, por sus contactos anticipados con Rusia, al ex teniente general Michael Flynn, su relevante asesor en Seguridad Nacional.
Largas filas de seres humanos a punto de congelarse en los campos europeos dejan en clara evidencia el pasmoso retroceso en el respeto y la preeminencia de los derechos humanos a nivel mundial, así como la anulación práctica y visible de todo tratado internacional firmado con el propósito de colocarlos en el primer lugar de las prioridades de los Estados. Mujeres, hombres y niños desplazados de sus países de origen por guerras provocadas y financiadas con el único objetivo de apderarse de sus riquezas, es el más inmoral de los escenarios.
Cuando la política tradicional empezó a entrar en decadencia sugió la moda de lanzar a empresarios como candidatos a gobiernos. Su éxito en la empresa privada supuestamente los capacitaría a dirigir al Estado, sobre todo en tiempos en que la ola del equilibrio de las cuentas públicas como objetivo central de los gobiernos empezaba a imponerse. Ellos serían buenos ejecutivos, no gastarían en exceso, cuidarían que las cuentas públicas no tuvieran déficit, tendrían óptimas relaciones con los empresarios del país y del exterior, etcétera, etcétera.
El secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, han coincidido este martes en criticar el veto y otras decisiones polémicas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Desde Naciones Unidas, Guterres ha afirmado que la el decreto migratorio del magnate “va contra los principios y valores fundamentales en los que se basa la sociedad”. Por su parte, Tursk ha incluido a Trump como una de las “amenazas” actuales de la Unión Europea.
El veto migratorio de Donald Trump y el tono de las declaraciones de algunos de los asesores de los que se ha rodeado el nuevo presidente de EEUU han enfurecido a la mayoría de los grupos políticos del Parlamento Europeo.